Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver. 1 Samuel 3:2
Elí no quiso renovarse, porque la prioridad de su vida no era Dios, eran sus hijos, versículos anteriores nos dicen: “Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión” (1 Samuel 2:22). El mismo Dios lo dice: “¿Por qué habéis hollado (despreciado) mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé a ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel? (1 Samuel 2:29)
Hay muchos cristianos que honran más a las riquezas, los bienes comunes, sus amistades, sus ídolos, que a Dios. En la Iglesia le alaban y con sus actos lo niegan, es triste, y quizás muchas veces no se dan cuenta, y pasan por desapercibido el hecho de que Dios los ve.
Tenemos títulos de salmistas, adoradores, servidores, pastores, líderes, diáconos pero cuando estamos frente a los incrédulos, negamos a Dios y nos comportamos igual que ellos. Me dirás que estoy loca, o lo que digo no es cierto, pero es triste ver que muchos han hecho a un lado a Dios, que sólo lo llaman cuando lo necesitan.
Tienen los ojos cerrados a lo que el mundo les muestra, tienen los ojos cerrados a famosos, a gente que quizás nunca verán, alucinando, hablando más de qué hace Ricky Martin que lo que hace Dios cada día. Él nos da mil razones para seguir viviendo y muchos creyentes no agradecen, la excusa más bonita de la gran mayoría es: Nuevas son cada mañana sus misericordias.
Sí por supuesto, yo te entiendo, pero te recuerdo que Dios también tiene sentimientos, que Dios ve aunque tú tengas los ojos cerrados al mundo, no te digo que no veas lo que ellos hacen, por el contrario debemos estar atentos porque es al mundo al que debemos ir como un gran mandamiento que Dios nos dejó, pero no por eso vas a ser igual que ellos, no por eso vas a hablar como ellos, no por eso vas a ver como ellos.
Nosotros, los hijos de Dios, debemos ser luz, una vez le pregunté a una hermana: ¿En qué tiempos estamos hermana? A mi pregunta respondió: “Pues ya vamos a los tiempos de navidad” (Jajaja) entiendo, pero eso dejémoslo para aquellos que ni siquiera se toman el tiempo de Leer la Biblia y juzgar sin saber a Dios. Estamos en tiempos proféticos, ¿Por qué? Mira a tu alrededor, TODO absolutamente, Dios lo ha dicho en su Palabra y lo estamos viendo, nos dijo que habrían tiempos difíciles, donde habrían hombres amadores de sí, muertes, terremotos, etc.
Pero no queremos abrir los ojos, el líder de este ministerio me dice siempre “Mete tu face en el Book de Dios”. Muy cierto, no es que vas a meter la cara allí no mal entiendas, simplemente léela, medítala, escudríñala, vívela, en este mundo habrán muchos amadores de sí como dice la Palabra. Y es por el hecho de no interpretarla como es la Palabra de Dios, mucha gente confunde la Palabra de Dios y la hace a su mayor criterio engañando a muchos, y los cieguitos les creen. Por eso te hablo y te digo: ABRE LOS OJOS.
Otro ejemplo es el que nos cuenta en la Parábola de las diez vírgenes: “Y las insensatas dijeron a las prudentes: Danos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan” Mateo 25:8-9.
¿A quienes se les apaga la luz?
- A los imprudentes.
- A los insensatos.
- A los que no pagan el precio.
- A los que no obedecen.
- A los que no quieren abrir los ojos.
Tu prioridad en tu vida debe ser Dios, abre los ojos y ve la realidad, no apagando los ojos para no seguir viviendo algo que solamente es pasajero. Como hijos del Rey debemos pagar el precio, debemos tener orden, debemos ser obedientes, debemos amar a Dios sobre todo, no avergonzarnos, Él en su inmensa fidelidad nos da aliento de vida para seguir viviendo, ¡Abre los ojos! No los cierres a la oscuridad, no dejes que la luz se apague en tu vida, recuerda que Dios tiene grandes propósitos para ti, Él solo te espera, no llegues tarde, abre los ojos.
En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. San Juan 16:33
El hombre más sincero del mundo, nunca habló de más, ni de menos, siempre fue correcto a la hora de decirnos la verdad, de corregirnos y más que nada amarnos. En este mundo tendremos aflicciones y Él mismo nos lo dice en su Palabra, estamos propensos a la traición, al engaño, a la desilusión, al dolor, al maltrato, al abuso, a tragedias, soledad, problemas.
Isaías 41:10 Él nos dice: No temas, porque yo ESTOY CONTIGO; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Hace unos meses atrás pase una situación donde fui maltratada, abusada, me desilusioné, más que nada porque fueron mis hermanos en Cristo quienes me dañaron, dentro de la congregación todo lo vi gris, no veía color, no le veía más futuro a mi vida porque me habían roto las alas y la esperanza. Cuando llega una situación quizás no como la que yo he pasado, aún más fuerte en tu vida, tendemos a desmayar, pero el mismo Dios nos dijo en su Palabra que no desmayáramos porque Él está con nosotros hasta el fin.
Hoy traigo esta Palabra para ti que me estás leyendo, en este mundo todos estamos propensos a enfrentar el sufrimiento y sin importar donde nos escondamos el dolor nos puede encontrar, pero de cada una de esas batallas que enfrentamos, podemos salir victoriosos, después de la caída el único que está allí contigo es Dios, y recuerda que Él siempre estará aún en los momentos más difíciles de tu vida.
No estamos solos, Él prometió estar con nosotros TODOS los días y darnos de su misericordia, nos ama tanto, que antes que supiéramos de Él, ya sabía el propósito para cada uno de nosotros. Él te está preparando en medio de la prueba que atraviesas, se que duele, pero recuerda que Dios siempre está contigo, todo lo que te causa quizá dolor o aquellos seres que amas, que te causan dolor, que te humillan, que te maltratan, recuerda que Dios dijo que en este mundo tendríamos aflicción pero Él ya venció al mundo.
Él no nos garantizó un camino sin sufrimiento, recuerda que estamos propensos al mundo, a todo lo que te mencione y aun más, pero Él te dará la victoria en vez de dolor, en vez de lamento, en vez de angustia. La vida en Cristo no es un lecho de rosas sino una cuna de valientes, donde tú prosigues cada día a la meta y no al fracaso.
En este mundo tendrás muchas aflicciones, desilusiones, pero recuerda que Él está contigo cada día, búscalo, porque Él espera de ti que lo busques.
Al cielo no iras por ser bueno(Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios. (Marcos 10:18) ) La salvación no es de GRATIS es por gracia(Porque solo por gracia sois salvos( Efesios 2.8)) así que, no podemos decir que somos buenos, y que somos salvos, simplemente por una oración.. El Señor dijo: Por sus frutos los conoceréis Mateo 7.16- Mateo 7.20
Sólo en Dios halla descanso mi alma, de él viene mi esperanza. Salmos 62:5
Para reparar algo que se ha roto es necesario tener todos los pedazos. Muchos quieren que Dios les sane un corazón herido pero no están dispuestos a darle ciertas partes a Él.
Muchas veces hay cosas en nuestra vida que no queremos soltar por nada del mundo. Le decimos a Dios que lo adoramos y confiamos en él, pero no tenemos paz con respecto a algunas situaciones, como por ejemplo, si podremos encontrar la persona adecuada para entablar una relación, o qué hacer para salir adelante en la vida.
Cuando le entregamos el corazón a Dios tenemos que asegurarnos que cada pedazo sea puesto en sus manos. Eso incluye pensamientos, sentimientos, emociones, esperanzas, proyectos, rencores, personas, relaciones y todo lo que nos vengan a la mente en ese momento.
Dios es experto en reparar vidas, y cambiar corazones. Él puede hacer de lo quebrado algo perfecto, y puede reconstruir a partir de un montón de piezas rotas y hacerla una sola pieza otra vez.
Como cristianos, debemos estar completos y con todas las piezas en su lugar para ser un testimonio de que con Dios es posible ser personas sanas. Debemos revisar para ver si hay alguna parte de nuestra vida que no le hayamos entregado.
¿Habrá algún pedazo de tu vida que todavía no le hayas entregado a Dios? ¿Qué harás?. Debes de estar dispuesto a componer cosa que en tu vida este rota o esté a punto de quebrarse. Dile a ÉL que quieres darle cada trozo de tu corazón para que sea él quien lo arregle.
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