Cuando
él ruge nadie queda en pie. Cuando Cristo entra en una vida nada permanece en
el lugar en el que se encontraba. Jesús es impredecible y majestuoso, y a la
vez es humilde y tierno. Jesús es bueno, pero debemos saber que cuando él
aparece no es seguro que todo quede igual y eso es también bueno. Apocalipsis 5:5
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