lunes, 21 de noviembre de 2011 0 comentarios

Abre los ojos



Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver. 1 Samuel 3:2

Elí no quiso renovarse, porque la prioridad de su vida no era Dios, eran sus hijos, versículos anteriores nos dicen: “Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión” (1 Samuel 2:22). El mismo Dios lo dice: “¿Por qué habéis hollado (despreciado) mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé a ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel? (1 Samuel 2:29)

Hay muchos cristianos que honran más a las riquezas, los bienes comunes, sus amistades, sus ídolos, que a Dios. En la Iglesia le alaban y con sus actos lo niegan, es triste, y quizás muchas veces no se dan cuenta, y pasan por desapercibido el hecho de que Dios los ve.

Tenemos títulos de salmistas, adoradores, servidores, pastores, líderes, diáconos pero cuando estamos frente a los incrédulos, negamos a Dios y nos comportamos igual que ellos. Me dirás que estoy loca, o lo que digo no es cierto, pero es triste ver que muchos han hecho a un lado a Dios, que sólo lo llaman cuando lo necesitan.

Tienen los ojos cerrados a lo que el mundo les muestra, tienen los ojos cerrados a famosos, a gente que quizás nunca verán, alucinando, hablando más de qué hace Ricky Martin que lo que hace Dios cada día. Él nos da mil razones para seguir viviendo y muchos creyentes no agradecen, la excusa más bonita de la gran mayoría es: Nuevas son cada mañana sus misericordias.

Sí por supuesto, yo te entiendo, pero te recuerdo que Dios también tiene sentimientos, que Dios ve aunque tú tengas los ojos cerrados al mundo, no te digo que no veas lo que ellos hacen, por el contrario debemos estar atentos porque es al mundo al que debemos ir como un gran mandamiento que Dios nos dejó, pero no por eso vas a ser igual que ellos, no por eso vas a hablar como ellos, no por eso vas a ver como ellos.

Nosotros, los hijos de Dios, debemos ser luz, una vez le pregunté a una hermana: ¿En qué tiempos estamos hermana? A mi pregunta respondió: “Pues ya vamos a los tiempos de navidad” (Jajaja) entiendo, pero eso dejémoslo para aquellos que ni siquiera se toman el tiempo de Leer la Biblia y juzgar sin saber a Dios. Estamos en tiempos proféticos, ¿Por qué? Mira a tu alrededor, TODO absolutamente, Dios lo ha dicho en su Palabra y lo estamos viendo, nos dijo que habrían tiempos difíciles, donde habrían hombres amadores de sí, muertes, terremotos, etc.

Pero no queremos abrir los ojos, el líder de este ministerio me dice siempre “Mete tu face en el Book de Dios”. Muy cierto, no es que vas a meter la cara allí no mal entiendas, simplemente léela, medítala, escudríñala, vívela, en este mundo habrán muchos amadores de sí como dice la Palabra. Y es por el hecho de no interpretarla como es la Palabra de Dios, mucha gente confunde la Palabra de Dios y la hace a su mayor criterio engañando a muchos, y los cieguitos les creen. Por eso te hablo y te digo: ABRE LOS OJOS.

Otro ejemplo es el que nos cuenta en la Parábola de las diez vírgenes: “Y las insensatas dijeron a las prudentes: Danos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan”  Mateo 25:8-9.

¿A quienes se les apaga la luz?

-                     A los imprudentes.
-                     A los insensatos.
-                     A los que no pagan el precio.
-                     A los que no obedecen.
-                     A los que no quieren abrir los ojos.

Tu prioridad en tu vida debe ser Dios, abre los ojos y ve la realidad, no apagando los ojos para no seguir viviendo algo que solamente es pasajero. Como hijos del Rey debemos pagar el precio, debemos tener orden, debemos ser obedientes, debemos amar a Dios sobre todo, no avergonzarnos, Él en su inmensa fidelidad nos da aliento de vida para seguir viviendo, ¡Abre los ojos! No los cierres a la oscuridad, no dejes que la luz se apague en tu vida, recuerda que Dios tiene grandes propósitos para ti, Él solo te espera, no llegues tarde, abre los ojos.      
martes, 15 de noviembre de 2011 0 comentarios

Estoy contigo



En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. San Juan 16:33

El hombre más sincero del mundo, nunca habló de más, ni de menos, siempre fue correcto a la hora de decirnos la verdad, de corregirnos y más que nada amarnos. En este mundo tendremos aflicciones y Él mismo nos lo dice en su Palabra, estamos propensos a la traición, al engaño, a la desilusión, al dolor, al maltrato, al abuso, a tragedias, soledad, problemas.

Isaías 41:10 Él nos dice: No temas, porque yo ESTOY CONTIGO; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Hace unos meses atrás pase una situación donde fui maltratada, abusada, me desilusioné, más que nada porque fueron mis hermanos en Cristo quienes me dañaron, dentro de la congregación todo lo vi gris, no veía color, no le veía más futuro a mi vida porque me habían roto las alas y la esperanza. Cuando llega una situación quizás no como la que yo he pasado, aún más fuerte en tu vida, tendemos a desmayar, pero el mismo Dios nos dijo en su Palabra que no desmayáramos porque Él está con nosotros hasta el fin.

Hoy traigo esta Palabra para ti que me estás leyendo, en este mundo todos estamos propensos a enfrentar el sufrimiento y sin importar donde nos escondamos el dolor nos puede encontrar, pero de cada una de esas batallas que enfrentamos, podemos salir victoriosos, después de la caída el único que está allí contigo es Dios, y recuerda que Él siempre estará aún en los momentos más difíciles de tu vida.

No estamos solos, Él prometió estar con nosotros TODOS los días y darnos de su misericordia, nos ama tanto, que antes que supiéramos de Él, ya sabía el propósito para cada uno de nosotros. Él te está preparando en medio de la prueba que atraviesas, se que duele, pero recuerda que Dios siempre está contigo, todo lo que te causa quizá dolor o aquellos seres que amas, que te causan dolor, que te humillan, que te maltratan, recuerda que Dios dijo que en este mundo tendríamos aflicción pero Él ya venció al mundo.

Él no nos garantizó un camino sin sufrimiento, recuerda que estamos propensos al mundo, a todo lo que te mencione y aun más, pero Él te dará la victoria en vez de dolor, en vez de lamento, en vez de angustia. La vida en Cristo no es un lecho de rosas sino una cuna de valientes, donde tú prosigues cada día a la meta y no al fracaso.

En este mundo tendrás muchas aflicciones, desilusiones, pero recuerda que Él está contigo cada día, búscalo, porque Él espera de ti que lo busques.
jueves, 10 de noviembre de 2011 1 comentarios



Al cielo no iras por ser bueno(Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios. (Marcos 10:18) ) La salvación no es de GRATIS es por gracia(Porque solo por gracia sois salvos( Efesios 2.8)) así que, no podemos decir que somos buenos, y que somos salvos, simplemente por una oración.. El Señor dijo: Por sus frutos los conoceréis  Mateo 7.16- Mateo 7.20
lunes, 7 de noviembre de 2011 0 comentarios

Todos los pedazos




Sólo en Dios halla descanso mi alma, de él viene mi esperanza. Salmos 62:5

Para reparar algo que se ha roto es necesario tener todos los pedazos. Muchos quieren que Dios les sane un corazón herido pero no están dispuestos a darle ciertas partes a Él.
Muchas veces hay cosas en nuestra vida que no queremos soltar por nada del mundo. Le decimos a Dios que lo adoramos y confiamos en él, pero no tenemos paz con respecto a algunas situaciones, como por ejemplo, si podremos encontrar la persona adecuada para entablar una relación, o qué hacer para salir adelante en la vida.
Cuando le entregamos el corazón a Dios tenemos que asegurarnos que cada pedazo sea puesto en sus manos. Eso incluye pensamientos, sentimientos, emociones, esperanzas, proyectos, rencores, personas, relaciones y todo lo que nos vengan a la mente en ese momento.
Dios es experto en reparar vidas, y cambiar corazones.  Él puede hacer de lo quebrado algo perfecto, y puede reconstruir a partir de un montón de piezas rotas y hacerla una sola pieza otra vez.
Como cristianos, debemos estar completos y con todas las piezas en su lugar para ser un testimonio de que con Dios es posible ser personas sanas. Debemos revisar para ver si hay alguna parte de nuestra vida que no le hayamos entregado.
¿Habrá algún pedazo de tu vida que todavía no le hayas entregado a Dios? ¿Qué harás?. Debes de estar dispuesto a componer cosa que en tu vida este rota o esté a punto de quebrarse. Dile a ÉL que quieres darle cada trozo de tu corazón para que sea él quien lo arregle.
martes, 18 de octubre de 2011 0 comentarios

La Dirección


Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti. Salmo 32:8

Hay momentos en nuestra vida en los que no estamos seguros a dónde vamos. Son instantes en los que, por ejemplo, no creemos en lo que Dios ya ha declarado sobre nuestras vidas. Perdemos la fe y como consecuencia, la dirección.

Hace mucho tiempo me sentía perdida, como cuando vamos por una carretera y de repente no sabemos a dónde ir, ni a quién seguir, o cómo ubicarnos.

Estaba en un momento en el que le preguntaba a Dios: ¿Cuándo será?, preocupándome demasiado por lo que Dios había dicho sobre mi vida. Sentía una voz como esas que anuncian otro capítulo de una serie: ¿Qué pasará con…?. Encontré la respuesta en el versículo que hoy leemos.

¿Cuántas veces queremos trazar nuestro propio mapa? Sabemos que Dios ha declarado varias cosas acerca de nuestra vida, pero nos dejamos llevar por las dudas y terminamos sintiéndonos perdidos.

Creemos que tenemos el timón del barco cuando en realidad el que se supone que lo tenga es Dios.

En este mundo hay millones de personas, y es normal que a veces nos sintamos casi inexistentes; que pasemos desapercibidos, que nadie nos vea, ni nos salude, ni nos pregunte cómo nos encontramos.

A mí me ha pasado. Por eso me hace bien este versículo. Me recuerda que Dios sí me está mirando y tiene cuidado de mí. Cuando recuerdo eso, encuentro dirección.

¿En qué dirección crees que va tu vida?, ¿Cuán frecuentemente meditas con el Señor sobre los planes que tienes? Siempre pídele a Dios dirección en tu vida, es preciso que marque el camino que debes seguir, pídele que quieres escuchar su voz con mayor claridad, que aumente tu fe, que quieres confiar plenamente en Él, sabiendo que todo lo que permite en tu vida es lo mejor.
martes, 11 de octubre de 2011 0 comentarios

Sal y Luz






Ustedes son la sal de la tierra….Ustedes son la luz del mundo. Mateo 5:13-14

Durante años entendí el concepto de la luz, pero no el de la sal. Leyendo algunos libros y la misma Biblia fui captando que en aquellos tiempos no existían ni las neveras, ni los congeladores. De la única manera en que se lograba mantener la frescura de la carne era “salándola”, porque la sal detiene el estado de descomposición.
Me paso los días escuchando a la gente criticar al gobierno, a la corrupción existente, al crimen, quejándose por la actualidad; incluso oigo a muchos cristianos criticar al “mundo” y a los “mundanos” alejándose de ellos como si fueran una peste y convirtiendo las iglesias en refugios para “santos” que se escandalizan de lo “carnal”. Pero no podemos culpar a la carne por descomponerse si nosotros no le echamos sal para que mantenga su sabor original. Esto quiere decir que Dios hizo todo bien, hizo a la carne rica y sabrosa, el hombre fue hecho de esta manera, pero Satanás, el mentiroso, el corrupto quiere corromper y descomponer todo.
Nosotros, los cristianos, no debemos ser solo coquetos saleritos eclesiásticos  que están en la mesa como lindos adornos. Debemos estar ahí para salar la carne antes de que se descomponga.
No podemos responsabilizar a la carne por pudrirse, tampoco echarle la culpa al mundo por corromperse, o al diablo  por corromper, lo que debemos preguntarnos es: ¿Dónde está la sal? ¿Dónde estaba yo? Algunos dicen: “Los cristianos no debemos meternos en la política, ni estudiar tal o cual carrera, ni ir a determinados lugares para no contaminarnos” ¡Mentiras del mentiroso! Nosotros debemos salar la carne porque somos la sal. También somos luz y cuanto más oscura esté la habitación, más necesidad tendrá de luz.
Salgamos a iluminar, no solo con palabras, sino con  nuestras vidas. A la gente no le importa tanto lo que yo diga, o sienta; le importa lo que yo vivo, lo que realmente soy. Por eso en medio de esta oscuridad, nuestra luz debe brillar claramente a través de todo lo que hacemos. Seamos los protagonistas, seamos la sal y la luz de este mundo.
¿Qué pasa si la sal no sala? ¿Cómo puedes comportarte como sal y luz? Cuestiónate, yo le pedí a Dios hoy ocupar el lugar de sal y luz que les encomendó a los discípulos, que me ayudara a cuidar a los que me rodean para que no pierdan la frescura y puedan vivir en santidad. ¿Tú que le pides?
martes, 27 de septiembre de 2011 0 comentarios

¿Por qué te enojas?


En la Biblia G3 Leonel Villella escribe acerca de este tema: “En medio de una ruta, David está cambiando la rueda del auto mientras una lluvia torrencial le hace el trabajo más difícil. Su esposa sufrió un accidente y necesitaba llegar a un hospital con urgencia. Cuando se dispone a sacar la segunda tuerca de la rueda, la llave de cruz se parte lastimándole la mano. El grito de dolor se mezcla con los truenos. Los ojos cerrados y los dientes apretados ya no pueden contener la frustración y la ira. Es entonces cuando empieza todo…. sus ojos dejan de ser marrones, su piel cambia de color, su físico crece, su voz se vuelve ronca, el enojo brota como lava de un volcán,  un volcán de color verde, un volcán conocido como el increíble HULK en los 80.”

En nuestro caso aunque no nos pongamos verdes como David Banner ni musculosos, igualmente sufrimos una metamorfosis difícil de controlar cuando nos enojamos.

David Banner se enojaba cuando no podía controlar una situación, cuando se veía superado por las circunstancias o cuando se sentía frustrado. Nosotros tenemos inclinación a enojarnos por las mismas cosas.

Nosotros perdemos la paciencia principalmente en la relación a cosas tales como una rueda desinflada, una hoja de afeitar sin filo, una tarea no realizada. Mayormente nos enojamos por cuestiones relacionadas con la gente: una mirada fea, un comentario descortés o un saludo no correspondido.

La gran pregunta que se te puede ocurrir es: ¿Por qué causas se enojó Jesús? Jesús sí se enojo algunas veces. Pero las causas de su enojo eran diferentes a las nuestras.

Veamos: Él no manifestó enojo porque los peces y los panes no alcanzaran, ni tampoco por las críticas de los fariseos. Las ocasiones de indignación de Jesús en la Biblia están relacionadas con el maltrato a los más débiles, con la injusticia u otras personas y con los que se enorgullecían de ser puros y no lo eran.

Punto de reflexión:

¿Por qué te enojas?
¿Por qué  cosas te enojas más seguido?
martes, 13 de septiembre de 2011 0 comentarios

Hay una esperanza





Nuestra esperanza es la vida eterna, la cual Dios, que no miente, ya había prometido antes de la creación. Tito 1:2

Hay una canción de Edgar Lira que se titula: Hay una esperanza. Esa canción habla acerca de este mundo y las guerras.

Dice que aunque exista el engaño, el abandono de niños inocentes que andan por la calle sin mamá y papá, aunque en el mundo haya odio y maldad, existe una esperanza, y esa esperanza es lo único que puede hacer que el mundo cambie.

Esa esperanza puede hacer que haya paz y no guerra, que haya amor y no odio, y esa esperanza es Jesús.

Él dio su vida en una cruz, soportó que lo escupieran, le dieran latigazos y se burlaran de Él, nada más por amor al mundo, por querer salvarnos de las llamas eternas del fuego de la soledad.

Pero a este mundo le cuesta entender el sacrificio de Jesús y prefiere vivir en odio y en constantes guerras.

La canción también habla del pueblo en el que Jesús nació, de cómo eran sus padres, y de que Él no escribía libros ni nada por el estilo. Eso me hace entender que no necesitamos ser hijos de pastores famosos, ni de políticos. Y tampoco importa nuestra edad; igual que Jesús, debemos llevar el evangelio a las personas que no conocen del amor de Dios.

Tú y yo podemos y debemos, como cristianos, llevar esa cruz que brilla en medio de la oscuridad de forma que presentemos la esperanza que el mundo necesita para ser salvo y vivir en plenitud. ¿Estamos dispuestos a llevar luz a tanta oscuridad?

Agradezcamos a nuestro Dios por el sacrificio y el ejemplo de humildad de Jesús. Pidamos que en nuestros corazones haya la voluntad de llevar su luz donde no la hay y que podamos soportar cualquier humillación y maltrato
martes, 6 de septiembre de 2011 0 comentarios

Tiempo de actuar



Este mensaje es digno de confianza, y quiero que lo recalques, para que los que han creído en Dios se empeñen en hacer buenas obras. Esto es excelente y provechoso para todos. Tito 3:8

El empeñarse en hacer buenas obras puede incluir cualquier cosa que ayude a otros y le dé gloria a Dios. Eso incluye miles de posibilidades, y en siete minutos se te podrían ocurrir una cuantas cosas para hacer. ¿No es verdad? Pero del dicho al hecho suele haber mucho trecho.

No hacemos todo lo bueno que se nos ocurre. ¿Por qué? Si les preguntáramos en confianza a nuestros amigos, algunos quizás nos dirían que les falta tiempo o quizás energías.

Otros nos contestarían que no saben por dónde empezar. Ayudar a otros a veces comienza en momentos un poco incómodos en los que uno no sabe qué decir o cómo reaccionar ante la necesidad.

Hay situaciones en las que las personas que necesitan ayuda no son las más populares, bellas y atractivas, y quizás hasta nos producen cierto temor. Todas esas son buenas excusas. Pero lo único que consiguen es que perdamos algo muy importante: La bendición que representa el ayudar a otros.

La recompensa interior que experimentamos al hacer algo importante por la vida de otra persona pesa muchísimo más que las inconveniencias en las que debamos meternos por ayudar. ¿Qué te parece hacer ahora una lista de siete cosas que podamos hacer en los próximos siete días que demuestren que entendimos el versículo de hoy? ¿Por dónde empezaras? ¿Cuál es tu plan?

PD: Señor, queremos ser  personas  de acción. Que hagan algo por las necesidades de los demás. Ayúdanos a ser siempre consciente de que el tiempo de bendecir a otros es AHORA.
martes, 30 de agosto de 2011 0 comentarios

Si la envidia tuviera olor

El corazón tranquilo da vida al cuerpo, pero la envidia corroe los huesos. Proverbios 14:30

Eran dos hermanos que lo habían tenido todo y ahora estaban en serios problemas económicos. Damián era el mayor y Miguel el menor. Este último continuaba agradeciendo a Dios por todas las cosas que Él le había dado día a día, mientras que su hermano, al escucharlo agradecer, se enojaba con él. Damián empezó a notar que la vida de su hermano menor era cada día mejor en su relación con Dios y que continuaba siendo feliz. Mientras que Damián empeoraba cada minuto. Así fue que la envidia comenzó.

Damián no podía soportar que su hermano disfrutaba la vida más que él, y por eso empezó a maltratarlo. Una noche Damián escuchó que Miguel le decía a Dios: “Gracias por la comida de todos los días y por la relación que podemos tener”, y al escucharlo, se llenó de furia.

Desde esa noche, en su mente empezó a convencerse de que Dios quería más a  Miguel que a él, y este sentimiento fue en aumento hasta el punto de tener el deseo de golpearlo a su hermano. ¿Todo por qué? Porque Miguel era feliz a pesar de la situación y él no. ¿Acaso no tenían Miguel y Damián las mismas posibilidades de relacionarse con Dios? ¿No habían sido criados en la misma familia?

Sabemos que Dios no hace acepción de personas, y aunque unos y otros somos diferentes todos tenemos las mismas posibilidades de disfrutar de su amor. La diferencia entre Miguel y Damián estaba en su forma de asumir el problema que enfrentaba su familia. Miguel había aprendido a ser agradecido también en medio de los problemas.

Para que la envidia no se haga parte de nuestra vida debemos estar siempre bien bañados de agradecimiento y enfocarnos en las cosas que Dios nos ha regalado. Dejemos la envidia de lado y seamos agradecidos.

Nuestra vida se fortalecerá y podremos estar contentos en la escasez o en la abundancia, sin mirar peligrosamente a otros. ¿Cómo nace la envidia? ¿Cómo luchar contra ella?

Señor, líbranos de la envidia, ayúdanos a estar siempre limpios de malos pensamientos hacia otros. Sabemos que cuando pensamos algo malo de alguien debemos confesarlo y limpiarnos para no acumular olor a envidia, danos inteligencia para saber contentarnos con lo que tenemos
martes, 2 de agosto de 2011 0 comentarios

Crecer es una decisión


Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, les harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e improductivos. 2 Pedro 1:8

Cierta vez leí que Abraham Lincoln dijo: <<No tengo mucho respeto por un hombre que hoy no sea más sabio de lo que era ayer>>, y me llamó mucho la atención, ¿Crecer de un día para el otro?, me pregunté, ¿Es posible? Con el paso de los años me he dado cuenta de que sí lo es.

Es posible y hasta creo que se trata de una decisión que debemos tomar. A menos que elijamos concientemente crecer, la rutina y el ritmo de la vida de hoy van a hacer que naturalmente nos estanquemos. En la niñez y en la adolescencia nuestro cuerpo crece constantemente. También aprendemos cosas en el colegio y luego en la universidad.

Pero entonces llega un momento en el que crecer deja de ser algo natural que ocurre todos los días.

Por eso las personas más exitosas en todos los ámbitos de la vida han aprendido que crecer debe ser una decisión consciente. Porque a menos que lo sea, dejará de ocurrir “naturalmente”.

Hace un tiempo escuchaba a un amigo quejarse de que la educación termina siendo muy cara, y yo pensé para mis adentros que mucho más cara sale la ignorancia.

El éxito en cualquier área de la vida requiere que aceptemos nuestra responsabilidad. La nota común que se escucha en las partituras de la vida de la gente triunfadora es la de la decisión responsable. Estas personas no esperan a que les llegue la “Inspiración” para ponerse en marcha.

Hoy dan pasos firmes para ser mejores que ayer. Alcanzar un nivel más alto, aprender algo nuevo o aprender lo viejo mejor, depende de cuánto lo busquemos con decisión.

martes, 26 de julio de 2011 0 comentarios

Mean Girls


Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento….. Filipenses 2:14-15

Hace un tiempo salió una película llamada Mean Girls (Chicas Malas), protagonizada por la famosa Lindsay Lohan. En la película, se forma tremendo lío en una escuela superior cuando un grupo de chicas comienzan a regar rumores acerca de otras chicas. Entra tanta murmuración y bochinche, se rompen amistades y se acaba la confianza entre ellas. Es interesante observar cómo lo que empezó como una simple murmuración se tornó en un asunto muy serio que fue tomando proporciones gigantescas.

La Palabra de Dios nos anima a vivir libres de toda queja y contienda. Todos hemos sido víctimas de alguien que ha hablado mal de nosotros. Conocemos lo doloroso que es saber que alguien anda diciendo cosas negativas y muchas veces falacias acerca de nosotros.
Ahora miremos el espejo, cada vez que hablamos mal de otra persona (incluso cuando prestamos oído a estos comentarios), nos convertimos nosotros en los causantes  de más dolor y desconfianza. En el pasaje de hoy, Pablo nos invita a vivir libres de toda contienda y toda queja, de modo que podamos brillar como  estrellas en medio de un mundo torcido y muy confuso.

Si alguna vez se nos escapa y hablamos mal de otros, debemos acércanos al Señor y reconocer nuestro error.

De ahora en adelante, busquemos la paz. Si procuramos bendecir a quienes nos rodean, seguramente notaremos la diferencia. ¿Has estado hablando mal de otros? ¿Estás participando de conversaciones negativas acerca de otras personas?

 
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