jueves, 20 de diciembre de 2012

La importancia de un corazón recto





“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.  Y dijo Jehová: Raerá de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hechos. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.”  (Génesis 6:5-8)

En estos pasajes de génesis  revela dos cosas que disgustan  a Dios: La perversidad y los pensamientos e ideas malvadas. 

Como esas cosas describían la condición de los corazones de las personas en el tiempo de Noé, Dios decidió destruir por completo toda humanidad, es decir, a todos, excepto a Noé y a su familia. Dios perdonó la vida de Noé porque él encontró gracia y favor ante los ojos de Dios.

Puedo conjeturar que Noé debe haber tenido un corazón recto; de otra manera, habría sido destruido con toda las otras personas que practicaron la perversidad, los pensamientos malvados en su corazón y las ideas malignas.

 Una de las lecciones que se puede aprender de esta historia de Noé es que muchas personas son destruidas hoy en día por la simple razón de que sus corazones no son rectos ante Dios.  En sus corazones, se inclinan a la perversidad, carnalidad, inmundicia, admiten pensamientos impuros y piensan ideas malvadas.

¡No podemos imaginar cuántas áreas de nuestra vida serían enderezadas si consiguiéramos que nuestros corazones fueran rectos con Dios! Nuestros corazones pueden no estar llenos de la descarada maldad acerca de la cual leemos en el tiempo de Noé, pero las malas actitudes y las ideas equivocadas reúnen las condiciones para calificarlas indudablemente como pensamientos malvados e ideas malignas.

Tenemos que tener actitudes correctas en todo lo que realicemos, porque nuestras actitudes determinan básicamente todo lo demás de nuestra situación. De nada nos sirve escribir tanto y hablar tanto de Dios por las redes sociales si en nuestros corazones hay falta de perdón,  hay rebeldía y sabiduría humana que no viene de parte de Dios, creyéndonos mejores que otros, criticando.

Si nuestros corazones están llenos de malas actitudes y nuestras mentes están llenas de “ideas malvadas”, no haremos mucho progreso en la vida.

Debemos también limpiar el camino, y saber por dónde estamos caminando, cristianos no podemos vivir una doble vida recordemos que el hombre de doble animo es inconstante en sus caminos como dice Santiago 1:8, no podemos estar con nuestros pies en la iglesia y los otros días en lugares y sitios que a Dios no le agradan, no podemos estar con nuestra boca alabando a Dios y con esa misma estar dañando o diciendo palabras feas. 

Es necesario que tengamos corazones puros, tiernos. Tenemos que escuchar y prestar atención a la voz de la conciencia para que, en cuanto nos demos cuenta de que tenemos una mala disposición con respecto a algo o alguien, podamos hacer los ajustes necesarios. Es por eso que el Proverbio 4:23 nos enseña “Por sobre toda las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida”.

Cuán frecuentemente dejamos de proteger nuestros corazones tan diligentemente como deberíamos, y dejamos entrar demasiada basura y demasiadas ideas negativas a nuestras mentes. Tenemos que recordar la frase familiar “Basura que entra, basura que sale”, y darnos cuenta de que no podemos absorber la basura y producir cosas buenas.

Debemos estar muy atentos no sólo a nuestras acciones, sino también a nuestras ideas, nuestra imaginación, nuestros motivos y actitudes. 

Dios mira estas cosas porque es un Dios de corazones. Lo que fuere que tú haces, preocúpate de tener un corazón recto ante Dios, y cosecharás vida abundante en vez de destrucción.

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