“Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo.
Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego
de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán.” (Isaías 43:2)
Dios nos dice que Él estará con nosotros cuando pasemos
por el agua y por el fuego. Vamos a enfrentarnos a dificultades y pruebas en
nuestras vidas, no se pueden evitar.
Habrá algunas cosas muy difíciles por las
cuales tendremos que atravesar
No sé cuál sea la forma que podrán tomar tus desafíos,
pero sé que tendrán como propósito desarrollar tu carácter, tus hechos, tus
actitudes, fortalecerte, santificarte, purificarte, lograr que perseveres, y
enseñarte las lecciones únicas del sufrimiento, los beneficios y las
disciplinas del sacrificio y hacer de ti una mejor persona cada día.
Puedes encogerte mientras piensas en estas cosas, pero
si realmente deseas realizar todo tu potencial, debes estar preparado para
pasar por ellas. Las he experimentado y las sigo experimentando en mi vida.
He pasado muchas pruebas, problemas y dificultades en mi
caminar, he afrontado la soledad, los obstáculos y la persecuciones, los
chismes, ha habido ocasiones en que quise rendirme y en esos momentos, Dios
solía colocar en mi vida a alguien que particularmente no me agradaba o a quien
no quería tratar. Ahora entiendo que Él ubicó a esas personas cerca de mí
porque yo las necesitaba, las usó como la lija que necesitaba para suavizar
aristas ásperas.
¿Dios ha colocado en tu vida, a alguien o algo como una
lija? Quizás puedas sentir que esa situación te inunda, te ahoga o te quema, pero está sirviendo sabes ¿para qué?
Por un gran propósito, Dios va a llevarte a través de esa dificultad, de ese
problema, de esa prueba, de ese proceso hacia otro lado, hacia otro nivel,
usara todo proceso para fortalecerte, cambiarte, y avanzar hacia el propósito el
cual Él te ha creado, porque Él te ha
creado para cosas grandes.
Dios nos hace atravesar situaciones difíciles porque tiene
que cambiarnos, porque Él quiere usarnos, Él nos quiere transformar a su
semejanza, en nuestro andar, nuestro carácter, nuestras actitudes, nosotros
como sus hijos debemos seguir su ejemplo cada día y andar en sus caminos, Dios
nos ha dado dones, pero el fruto y el carácter piadoso debemos desarrollarlo
día con día.
Yo luche con el proceso de cambio durante un largo periodo
de tiempo, pero al final me di cuenta de que no iba a conseguir que Dios
hiciera las cosas a mi manera. Él no quería oír un argumento de mi parte;
quería oír: “Si, Señor. Se hecha tu voluntad”.
Siempre en la vida enfrentaremos obstáculos y muy
difíciles muchas veces, inundaciones como fuegos, mientras Él nos continúa fortaleciendo,
formándonos y preparándonos para ser usados en su servicio de maneras cada vez
mayores y mejores.
Debemos ser sabios y calmarnos, tratar con los desafíos que
Dios coloca en nuestra vida, sean cuales fueren, si las aceptamos como forma de
entrenamiento y nos sometemos a su voluntad, no nos vamos a estancar, sino que
vamos a avanzar hacia la victoria.
“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en
la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de
continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la
tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raerá de sobre la faz de la
tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el
reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hechos. Pero Noé
halló gracia ante los ojos de Jehová.” (Génesis 6:5-8)
En estos pasajes de génesis revela dos cosas que disgustan a Dios: La perversidad y los pensamientos e
ideas malvadas.
Como esas cosas describían la condición de los corazones
de las personas en el tiempo de Noé, Dios decidió destruir por completo toda
humanidad, es decir, a todos, excepto a Noé y a su familia. Dios perdonó la
vida de Noé porque él encontró gracia y favor ante los ojos de Dios.
Puedo conjeturar que Noé debe haber tenido un corazón
recto; de otra manera, habría sido destruido con toda las otras personas que
practicaron la perversidad, los pensamientos malvados en su corazón y las ideas
malignas.
Una de las
lecciones que se puede aprender de esta historia de Noé es que muchas personas
son destruidas hoy en día por la simple razón de que sus corazones no son
rectos ante Dios. En sus corazones, se
inclinan a la perversidad, carnalidad, inmundicia, admiten pensamientos impuros
y piensan ideas malvadas.
¡No podemos imaginar cuántas áreas de nuestra vida
serían enderezadas si consiguiéramos que nuestros corazones fueran rectos con
Dios! Nuestros corazones pueden no estar llenos de la descarada maldad acerca
de la cual leemos en el tiempo de Noé, pero las malas actitudes y las ideas
equivocadas reúnen las condiciones para calificarlas indudablemente como
pensamientos malvados e ideas malignas.
Tenemos que tener actitudes correctas en todo lo que
realicemos, porque nuestras actitudes determinan básicamente todo lo demás de
nuestra situación. De nada nos sirve escribir tanto y hablar tanto de Dios por
las redes sociales si en nuestros corazones hay falta de perdón, hay rebeldía y sabiduría humana que no viene
de parte de Dios, creyéndonos mejores que otros, criticando.
Si nuestros corazones están llenos de malas actitudes y
nuestras mentes están llenas de “ideas malvadas”, no haremos mucho progreso en
la vida.
Debemos también limpiar el camino, y saber por dónde
estamos caminando, cristianos no podemos vivir una doble vida recordemos que el
hombre de doble animo es inconstante en sus caminos como dice Santiago 1:8, no
podemos estar con nuestros pies en la iglesia y los otros días en lugares y
sitios que a Dios no le agradan, no podemos estar con nuestra boca alabando a
Dios y con esa misma estar dañando o diciendo palabras feas.
Es necesario que tengamos corazones puros, tiernos. Tenemos
que escuchar y prestar atención a la voz de la conciencia para que, en cuanto
nos demos cuenta de que tenemos una mala disposición con respecto a algo o
alguien, podamos hacer los ajustes necesarios. Es por eso que el Proverbio 4:23
nos enseña “Por sobre toda las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida”.
Cuán frecuentemente dejamos de proteger nuestros
corazones tan diligentemente como deberíamos, y dejamos entrar demasiada basura
y demasiadas ideas negativas a nuestras mentes. Tenemos que recordar la frase
familiar “Basura que entra, basura que sale”, y darnos cuenta de que no podemos
absorber la basura y producir cosas buenas.
Debemos estar muy atentos no sólo a nuestras acciones,
sino también a nuestras ideas, nuestra imaginación, nuestros motivos y
actitudes.
Dios mira estas cosas porque es un Dios de corazones. Lo
que fuere que tú haces, preocúpate de tener un corazón recto ante Dios, y
cosecharás vida abundante en vez de destrucción.
Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha hecho nacer de nuevo, y nos ha dado una vida con esperanza. Esto lo ha hecho Dios por su gran amor hacia nosotros y por el poder que mostró cuando resucitó a Jesucristo de entre los muertos y de que nos dará todo lo que nos ha prometido y que tiene guardado en el cielo. Lo que nos ha prometido no puede destruirse ni mancharse, ni marchitarse. Ustedes confían en Dios, y por eso él los protege con su poder, para que puedan ser salvados tal y como está planeado para los últimos tiempos. Por eso, aun cuando por algún tiempo tengan que pasar por muchos problemas y dificultades, ¡alégrense! La confianza que ustedes tienen en Dios es como el oro: así como la calidad del oro se pone a prueba con el fuego, la confianza que ustedes tienen en Dios se pone a prueba con los problemas. Si ustedes pasan la prueba, su confianza será más valiosa que el oro, pues el oro se puede destruir. Así, cuando Jesucristo aparezca, hablará bien de la confianza que ustedes tienen en Dios, porque una confianza que ha pasado por tantas pruebas merece ser alabada. (1 Pedro 1:3-7)
Dos cosas de
las cuales me llama mucho la atención este pasaje y son:
1.
Ha cambiado totalmente nuestra vida
En el versículo (3) dice que ha cambiado por medio de
la resurrección de Jesucristo a cambiado totalmente nuestra vida para que
estemos seguros de nuestra salvación.
Que interesante que dice que ha cambiado nuestra vida,
y no dice que cambia nuestra circunstancia, es decir; nuestra vida esta segura
en Jesucristo, en Dios, pero los problemas van a seguir probablemente,
problemas van a ver.
2.
Que nos alegremos a pesar de los
problemas.
El verso (6) dice: “Por eso, aun cuando por algún tiempo tengan
que pasar por muchos problemas y dificultades, ¡alégrense!”. Ahora,
¿debemos alegrarnos por los problemas? Pues no, pero podemos alegrarnos a pesar
de los problemas. Y esta es la razón: el oro se prueba con fuego y nuestra
confianza en Dios con los problemas. (Proverbio 17:3).
Pedro esta diciendo dos cosas:
1-
Eres
muy VALIOSO para Dios
2-
Estarás
más REFINADO, más LIMPIO, más PURIFICADO.
No importa
lo que estés atravesando hoy, alégrate, aprovecha esta oportunidad, no te
quejes, púes Dios esta trabajando en ti y al atravesar ese valle, ese
fuego, estarás mas limpio y más fuerte.
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